miércoles, 7 de noviembre de 2007

La extinción de los Géneros ancestrales

A comienzos del Pleistoceno (10.000 a 12.000 años antes del presente), se extinguieron los Géneros de las grandes llamas, de más de una tonelada de peso, ( Paleolama y Hemiauchenia ), probablemente por cambios climáticos que no los favorecieron, por modificaciones en el hábitat producido por el hombre y quizás, también, por la actividad cazadora de este último. Antes yá, hace 30.000 a 40.000 años, se habían extinguido los camélidos de América del Norte.





Los Orígenes de los Camélidos.

Evolucionando exitosamente junto con su ambiente, la especie actual, es el producto de una serie de respuestas adaptativas a cambios geomorfológicos, climáticos, vegetacionales, y de orogénesis catastróficas, a los que muchas otras especies no se acondicionaron y debieron enfrentar la extinción.

Los orígenes de las líneas ancestrales, troncales, de los camélidos se encuentran en los orígenes mismos de la fauna del continente americano, puesto que los camélidos se originaron en América del Norte y desde allí migraron a América del Sur, por el sur, y al Asia y África por el norte. Es importante, entonces, ofrecer un breve registro acerca de los enlaces ecológicos entre los camélidos ancestrales y las pulsaciones climatológicas, puesto que estas últimas condicionaron la paleoflora y la paleovegetación, las que a su vez determinaron el desarrollo de las distintas líneas ancestrales. El avance gradual de la aridización, la desaparición de los bosques y la primacía vegetacional de las sabanas esteparias, favorecieron el desarrollo de las líneas de camélidos, y de otros animales esteparios que subsisten hasta nuestros días, tales como los Suris o Ñandúes.


Los comienzos de la especialización.

Durante los comienzos del Mioceno, hace 12 a 15 millones de años atrás, los camélidos se dividen en cuatro ramas las cuales ocupan el continente norteamericano, produciéndose una gran adaptación evolutiva, la cual dice relación con su morfología, alimentación, uso de hábitat, etología y habilidades locomotoras. En este último caso, aparece el paso de ambladura (mover al mismo tiempo las extremidades de un lado, en contraposición a los perisodáctilos y otros artiodáctilos, que mueven distintamente las extremidades de la derecha y de la izquierda al mismo tiempo), lo cual les permite minimizar el costo energético, cubriendo grandes distancias, o correr rápidamente, con mínimo de gasto energético, sobre todo en terrenos llanos y abiertos ( los camélidos son animales esteparios) y de ambientes áridos.


Las formas ancestrales.

A partir de las antiguas formas del Mioceno aparecen en Norteamérica dos grupos importantes de camélidos, hace 5 a 10 millones de años atrás, o 11 millones de años atrás; el núcleo representado por el Género Pliauchenia, similar a las llamas actuales especialmente en lo referente a la dentición, los cuales pasaron al Asia vía
el estrecho de Breing , (hace unos 600.000 años atrás, ), probablemente a comienzos del Plioceno, cuando América ya se había separado de Africa), siendo el ancestro de Camelus bactrianus quien habita los desiertos fríos de China y Mongolia, y Camelus dromedarius, que habita ambientes más áridos.

El segundo núcleo está representado por el Gén. Hemiauchenia, que se distribuyó primero por las latitudes centro y sur de Norteamérica, y luego al finales del Pleistoceno, por los Andes y pampas de Sudamérica, vía conexión del canal de Panamá que a esta altura del tiempo ya unía los dos continentes, siendo el ancestro de los camélidos sudamericanos.
El Escenario Ancestral. La formación de los continentes

Algo de Paleogeografía.

Existe consenso entre la mayoría de los científicos, biólogos, paleontólogos, biogeógrafos, paleogeógrafos y otros, de que a comienzos del Mezosoico (135 millones de años atrás), o quizás antes a finales del Paleozoico (hace 150 millones de años atrás), existía una gran masa única de Tierra, la Pangea (Todas las Tierras), que englobó todas las placas corticales y que más tarde se fragmentó y dió origen a los actuales continentes. Durante el Mezosoico, la Pangea se fragmentó en dos supercontinentes, Gondwana y Laurentia, que se encontraban separadas por el ancestral mar de Thetis. Laurentia, el fragmento septentrional, dió origen a los continentes de América del Norte, Europa y Asia (salvo la India). Por su parte el fragmento meridional, Gondwana, dió origen a los continentes de América del Sur, parte de Africa, la porción peninsular de la India, o el Decán, la isla de Madagascar, la Antártida, Nueva Zelandia, Nueva Guinea, NuevaCaledonia, Tasmania y Australia.

El Guanaco en la Región de Atacama


Los Antecedentes Generales



El guanaco (Lama guanicoe) es el mayor de los mamíferos de la fauna silvestre de Atacama y de Chile. En la región, se distribuye en núcleos aislados localizados en la costa, en las serranías interiores, y en la pre y alta cordillera. Presa habitual de cazadores arcaicos, constituyó un elemento importante en el desarrollo de culturas prehispánicas, quienes aprovecharon íntegramente este recurso incluyéndolo, además, en sus acervos culturales y mágicos como lo prueban las pictografías, que se encuentran en los asentamientos transitorios de grupos nómades que transhumaban por la región. Es de suponer, además, que algunos ejemplares fueron semi domesticados, a fin de obtener sus productos sin el agotamiento energético y las dificultades que suponía su cacería. La introducción de los camélidos domésticos, principalmente llamas, en el entorno de los pueblos incluidos en el dominio incaico, tal vez contribuyó a un atisbo de zootecnia para con la especie, pero sin que esto significara un afincamiento total, una relación vital y sustentable como la que se ofrecía entre incas y vicuñas.

La llegada del español, probablemente, desarticuló esta incipiente relación que comenzaba a insinuarse, principalmente por la introducción del ganado doméstico y el uso de caballos y bovinos. El avance y la radicación de asentamientos humanos definitivos, la construcción de caminos, la introducción de modernas armas de fuego y otras circunstancias fue un elemento importante que contribuyó significativamente, a la dramática declinación de las poblaciones que comenzó por lo menos durante el siglo XVII y que tuvo hace unas décadas atrás su máxima expresión, en la fragmentación de sus hábitat y la dispersión de sus efectivos a unas pocas zonas, extremas en cuanto a su baja o nula densidad poblacional humana, su accesibilidad y rigurosidad climática.

La Región de Atacama puede servir de ejemplo para este escenario sombrío, puesto que la distribución actual de los guanacos, disjunta, es un testimonio del área que cubrían sus efectivos poblacionales en el pasado, y su condición de especie en Peligro de Extinción revela la precariedad y vulnerabilidad de sus ejemplares componentes.

El guanaco sigue siendo una de las especies de la fauna chilena y atacameña que presenta un futuro promisorio por las características que ofrece en sí mismo como especie y en sus poblaciones en una proyección futura que tienda a aprovecharlo sustentablemente si bien hoy día solo presenta un uso como elemento principal en el turismo educativo. Sin embargo la potencialidad se manifiesta para un posible mejoramiento genético de camélidos domésticos (Llamas y alpacas), para lograr su cría en estado de semicautividad o cautividad a fin de ser utilizado sustentablemente por la población rural, y como elemento biológico para recuperar ambiental y escénicamente áreas desertificadas o degradadas por la tala de vegetales y el sobrepastoreo caprino. En la actualidad las poblaciones silvestres de Atacama son manejadas por la Corporación en base a protección y seguimientos anuales (censos) en los Parques Nacionales Nevado Tres Cruces, Pan de Azúcar y el propio Llanos de Challe.